viernes, 10 de enero de 2014

OTRA VEZ EL DINERO.

ARTICULO:



Cómo el dinero cambia a las personas

Numerosos estudios se han dedicado a trazar los pequeños y grandes cambios que diferencian a las personas ricas de las de bajos recursos. Estos son algunos de los resultados.
Todos sabemos que el dinero puede alterar nuestras vidas; para algunos es la cumbre del deseo mientras otros, siguiendo principios morales o religiosos lo consideran “la raíz del mal”.
Sabemos también que las clases sociales altas se ven a sí mismas muy diferentes a los demás –con un aire de superioridad– y que en algunos casos las claes de menores recursos desarrollan complejos de inferioridad o resentimiento.
Pero no necesariamente sabemos de qué maneras específicas el dinero puede cambiar la mentalidad y el comportamiento de quien lo tiene. Los psicólogos que estudian el impacto de la riquezaeconómica y la desigualdad en el comportamiento humano han encontrado que el dinero puede influenciar poderosamente nuestros pensamientos y acciones en maneras que a veces pasamos por alto.
Sobre todo, lo que estos estudios concluyen es que el dinero provoca aislamiento, y ese aislamiento hace que las personas desvíen su moral y su concentración de lo que realmente importa en la vida, y que sufran toda clase de desórdenes mentales.
Aquí hay siete cosas que deberías saber acerca de la psicología de la riqueza
Más dinero, menos empatía
Varios estudios han mostrado que el dinero y la empatía y la compasión no se llevan muy bien. Investigaciones publicadas en el diario de Ciencia y Psicología también encontraron que las personas con estatus económico menor son mejores para leer las expresiones faciales –un marcador importante de empatía–  que las personas más ricas. Otro estudio, publicado en el TIME, Encontró que “los ambientes de clases sociales bajas son muy distintos a los ambientes de clases sociales altas. Los individuos de clase social baja tienen que responder crónicamente a un número de vulnerabilidades y amenazas sociales. Realmente tienes que depender en otros y eso te hace más perceptivo a las emociones.
Estas repuestas se reflejaron también en el juego de Monópoli: el jugador más rico comenzó a actuar más agresivamente, acaparando más espacio y moviendo las fichas ruidosamente, e incluso a tratar mal al jugador con menos dinero. Así, imaginario o no, el dinero hace que perdamos empatía por el otro.
El dinero puede nublar el juicio moral
Un estudio de UC Berkeley encontró que en San Francisco –en donde las leyes requieren que los autos se paren en cruces peatonales—los conductores con autos de lujo fueron cuatro veces menos respetuosos con los peatones que aquellos con autos menos caros. También fueron más proclives a meterse en las filas de autos en el tráfico. Esto ilustra muy bien el empañamiento ético que sufren algunas personas con mucho dinero.
El dinero en sí puede volverse adictivo
La persecución de dinero puede volverse adictiva e incluso puede volverse un comportamiento compulsivo. Además, mientras estás buscando dinero a como dé lugar, estas olvidando cosas mucho más importantes como tu comportamiento con otras personas o tu propio bienestar. Este tipo de compulsión y adicción, que no es química, involucra una adicción a sentirte bien cuando recibes dinero o posesiones, y a sentirte mal todo el resto del tiempo.
Los niños ricos podrían tener mucho más problemas psicológicos
Los niños que crecen en familias ricas parece que lo tienen todo, pero tenerlo todo puede ser a un costo muy alto. Los niños más ricos pueden están más afligidos que los niños de bajos recursos, y tienen alto riesgo a la ansiedad. Depresión, abuso de substancias, desórdenes alimenticios, ser tramposos y robar. Las investigaciones también han encontrado el aislamiento de otras personas (ya que no las necesitan) causa todo tipo de perturbaciones mentales.
Tendemos a percibir a los ricos como “malignos”
Del otro lado de la moneda, los individuos de menos recursos tendemos a juzgar y estereotipar a los ricos como “fríos”, “idiotas”, malignos”. Las personas ricas tienden a ser fuente de envidia y desconfianza. Esto, aunado a que no necesitan de nadie para sobrevivir, los aísla aún más de otras personas, y les genera más problemas psicológicos.
Asociamos el dinero con la felicidad y ese es realmente el problema
No hay una relación directa entre el dinero y la felicidad (aunque es verdad que las penas con pan son menos). Después de cierto nivel de ingresos, el dinero no hace diferencia en el bienestar general de una persona, y si hace algo, lastima nuestro bienestar. Las personas realmente ricas, de hecho, sufren de índices mayores de depresión.
El caso es que el dineroper se, no causa insatisfacción, sino que la búsqueda constante de dinero y posesiones materiales puede llevar a la depresión. Las personas que tienden a poner su energía en el dinero por fuerza están quitando esa energía de elementos vitales más importantes como los placeres sencillos, las relaciones respetuosas, la inspiración en la naturaleza o la música, inhalar y exhalar con tranquilidad.
FUENTE: http://pijamasurf.com/2014/01/como-el-dinero-cambia-a-las-personas/

CONFRONTACIÓN:


1 Timoteo 6:10

Dios Habla Hoy (DHH)
10 Porque el amor al dinero es raíz de toda clase de males; y hay quienes, por codicia, se han desviado de la fe y se han causado terribles sufrimientos.


Eclesiastés 5:13

Dios Habla Hoy (DHH)


13 (12) Una cosa realmente lamentable he visto en este mundo: que el amontonar riquezas va en perjuicio de su dueño,



El dinero: ¿bendición o maldición?

 
Algunas personas piensan que el dinero trae la felicidad. Pero las cosas no funcionan así. Muy a menudo, cuanto más dinero tenemos, más necesitamos y más gastamos. Este artículo es una reflexión del Capitulo 5 de Santiago en el que habla de tres formas en que el dinero puede ser una maldición.

El dinero: ¿bendición o maldición?
Algunas personas piensan que el dinero trae la felicidad. Pero las cosas no funcionan así. Muy a menudo, cuanto más dinero tenemos, más necesitamos y más gastamos. Alguien describió al dinero como «el artificio que nos permite ampliar nuestras deudas». El dinero o la falta de él produce terribles consecuencias en la gente. Millones mueren de hambre cada año porque no tiene suficiente dinero para comprar alimento.
Por el otro lado, algunos tiene más dinero del que posiblemente puedan usar; sin embargo ellos también agonizan por no tener un verdadero propósito y sentido en la vida. Aún el Wall Street Journal, un periódico dedicado a lasfinanzas, una vez describió al dinero como «un objeto que puede ser usado como pasaporte universal a cualquier parte excepto al Cielo, y como un proveedor universal de todas las cosas, excepto la felicidad».
La Biblia no condena a todos los ricos. José de Arimatea debió ser un hombre rico ya que era el dueño de la tumba donde se sepultó a Jesús. Bernabé, un líder acaudalado de la primitiva iglesia, usó su dinero para la obra de Dios. Abraham, el hombre de fe y amigo de Dios, también era muy rico. El peligro no está en poseer dinero sino en que el dinero te posea a ti.
El dinero puede engañar porque da un falso sentido de seguridad. Pablo previno a Timoteo: «En cambio, los que quieren hacerse ricos no resisten la prueba, y caen en la trampa de muchos deseos insensatos y perjudiciales, que hunden a los hombres en la ruina y la condenación. Porque el amor al dinero es raíz de toda clase de males; y hay quienes, por codicia, se han desviado de la fe y han llenado de sufrimiento sus propias vidas» (1Ti 6.9-10).
Debemos cuidarnos de la falsía del dinero. El Capitulo 5 de Santiago habla de tres formas en que el dinero puede ser una maldición.
DINERO NO USADO
Santiago habla de los hombres que atesoran sus riquezas. Ellos cuentan con su prosperidad para mantenerse felices. No usan su dinero para algún propósito que valga la pena. Santiago nos previene del sutil pecado de idolatrar la riqueza. La ley de la vida es dar. Si el dinero va a ser útil, debe ser usado.
Enrique Crowell, fundador de la compañía Quaker y un notorio contribuyente de la obra realizada por el Instituto Bíblico Moody, supo cómo usar el dinero sabiamente. Siendo joven recibió a Cristo como su Salvador. Cuando comenzó su carrera en los negocios en una pequeña fábrica de Ohio le prometió a Dios que quería honrarlo mediante su ofrenda. La bendición de Dios estuvo sobre él, y a medida que crecía su negocio, él incrementaba su ofrenda.
Después de casi cuarenta años de dar 60% de su ingreso a Dios, Crowell testificó: «Yo nunca me adelanté a Dios. Él siempre estuvo adelante mío en el dar.»
DINERO SUCIO
Santiago condena a los ricos no sólo por atesorar el dinero sino también porque sus riquezas eran corruptas. Santiago dice que ellos estafaban a sus obreros en sus salarios. En lugar de ser justos con el dinero, lo gastaban en sí mismos, satisfaciendo sus deseos. La riqueza que no atesoraban, la malgastaban.
Santiago escribe, «el pago que no les dieron a los hombres que trabajaron en su cosecha, está clamando contra ustedes; y el Señor todopoderoso ha oído la reclamación de esos trabajadores» (Stg. 5.4).
Santiago está diciendo que Dios oye el clamor de los trabajadores que son estafados. Él está atento a la injusticia y nos hará responsables.
EL DINERO INSENSIBLE
Santiago continúa: «Aquí en la tierra se han dado ustedes una vida de lujo y placeres, engordando como ganado, ¡y ya llega el día de la matanza! Ustedes han condenado y matado a los inocentes sin que ellos opusieran resistencia» (Stg. 5.5-6). Esas personas no son culpables sólo por estar centradas en sí mismas, ellos han sido insensibles por la forma en que acumularon sus riquezas. En aquel día los ricos influían en las cortes y, en algunos casos, condenaban a muerte a aquellos que eran estorbo por sus codiciosas metas.
Hoy como entonces, el dinero puede sobornar, seducir y condenar. Pero el dinero también puede ser un hermoso ángel de misericordia para alcanzar a la gente con el Evangelio de Jesucristo. La forma en que usamos nuestro dinero sobre las reales necesidades de la vida, revela dónde descansan nuestros verdaderos intereses.





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