miércoles, 4 de diciembre de 2013

DESCUBRIENDO A DIOS.

NOTICIA:



Ver los imponentes paisajes naturales aumenta la motivación de las personas acreer en Dios y en lo sobrenatural, además de dar sentido al mundo que nos rodea, según una nueva investigación realizada por científicos estadounidenses.

El psicológico científico, doctor Piercarlo Valdesolo, del Claremont McKenna College en los Estados Unidos, dijo: "Muchos relatos históricos de epifanías religiosas y revelaciones parecen involucrar la experienciade ser sobrecogidos por la belleza, la fuerza o el tamaño de un ser divino, y estas experiencias cambian en la gente la forma de entender y pensar sobre el mundo, según publica Daily Mail.

El Dr. Valdesolo y su colega Jesse Graham, de la Universidad del Sur de California, pusieron a prueba la predicción de lo cual los participantes observan escenas impresionantes del documental "Planeta Tierra" de la BBC y una entrevista de noticias.

En general, los participantes que habían visto el vídeo de paisajes impresionante tendían a creer más en control de lo sobrenatural, y eran más propensos en creer en Dios, en comparación con el grupo que vio noticias. 

Es por esto que se puede explicar por qué los sentimientos de asombro producen una mayor creencia en lo sobrenatural, según los investigadores.

El Dr Valdesolo dijo: "La ironía de esto es que contemplando las cosas que sabemos que se formarán por causas naturales, como la expansión asombrosa del Gran Cañón, nos empuja a explicarlas como el producto de causas sobrenaturales. Sin embargo, los investigadores también señalaron que las cifras también podría arrojar luz sobre por qué algunas personas tratan de explicar el mundo a través de medios seculares y científicos.

Dr Valdesolo dijo que podría ser  la explicación a la presencia de posturas en la práctica religiosa, como arrodillarse, inclinarse, y mirando hacia arriba.

Y agregó: "Cuanto más sumisos actuemos, más temor podríamos sentir, y quizás hace que nuestras creencias sean más fuertes". 

FUENTE: AcontecerCristiano.Net


CONFRONTACIÓN:

Génesis 1:31

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.

Salmos 65:6-13

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Tú, el que afirma los montes con su poder,
Ceñido de valentía;
El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas,
Y el alboroto de las naciones.
Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas.
Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.
Visitas la tierra, y la riegas;
En gran manera la enriqueces;
Con el río de Dios, lleno de aguas,
Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.
10 Haces que se empapen sus surcos,
Haces descender sus canales;
La ablandas con lluvias,
Bendices sus renuevos.
11 Tú coronas el año con tus bienes,
Y tus nubes destilan grosura.
12 Destilan sobre los pastizales del desierto,
Y los collados se ciñen de alegría.
13 Se visten de manadas los llanos,
Y los valles se cubren de grano;
Dan voces de júbilo, y aun cantan.

Dios nos habla por medio de la naturaleza. Escuchamos su voz al contemplar la belleza y la riqueza del mundo natural. Vemos su gloria en las hermosuras trazadas por su mano.  Contemplamos sus obras sin velo que las cubra. Dios nos ha dado estas cosas, para que al contemplar las obras de sus manos podamos aprender acerca de él.
El Señor nos ha concedido estas cosas preciosas como una expresión de su amor. El ama lo bello, y para complacernos y agasajarnos ha extendido delante de nosotros las bellezas de la naturaleza, tal como un padre terrenal trata de poner cosas lindas delante de los hijos que ama. Al Señor siempre le gusta vernos contentos. A pesar de que el pecado es la causa de todas sus imperfecciones, ha combinado en esta tierra lo útil con lo hermoso. El delicado color de las flores nos habla de su ternura y su amor. Tienen su propio lenguaje, que nos recuerda al Dador.
Por medio de la naturaleza podemos contemplar al Dios de la naturaleza. El revela su carácter mediante los elevados árboles, los arbustos y las flores. Se lo puede comparar con los más hermosos lirios y rosas. Me gusta contemplar las cosas de Dios manifestadas en la naturaleza, porque el Señor ha impreso en ellas su propio carácter. Nos las ha dado porque nos ama, y quiere que nos complazcamos en ellas. Por lo tanto, no adoremos las cosas hermosas de la naturaleza; por el contrario, veamos al Dios de la naturaleza por medio de ella, para que así nos sintamos inducidos a adorar al Dador. Respondan a los propósitos de Dios estos hermosos ministerios de amor, y acerquemos nuestros corazones a él para que nos llenemos de la belleza de su carácter, y adoremos su bondad, su compasión y su amor inefable.
Poco a poco, nos hemos olvidado de quien verdaderamente es el creador del universo, de la naturaleza y creador de nuestras vidas. Estamos tan lejos de su presencia que para solucionar nuestros problemas, buscamos otros dioses a los que adoramos y a los cuales consagramos nuestras vidas como se entrega la esposa al marido en la noche de bodas. Estamos viviendo un tiempo de tanto paganismo; vivimos encadenados a los vicios del mundo, rechazando la voluntad del Padre, lo que nos impide reconocer que en medio de todo aquello que nos aqueja, está presente la omnipotencia de Dios para tomarnos, para rescatarnos y sobre todo, para que volvamos a la libertad con la cual hemos sido creados

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