jueves, 12 de diciembre de 2013

QUE SIENTES, COMO TE SIENTES.

NOTICIA:

Los Sentimientos Afectan la Salud 

Física


Las Emociones y los Sentimientos Afectan la Salud Física
Todo lo sucede en nuestro interior y mente, tarde o temprano se refleja en el estado de salud.

Los pensamientos y emociones pueden ser de gran beneficio o, por el contrario, dañinos, de lo que podemos creer.
Una nueva publicación de la revista especializada Science viene a reforzar esta teoría.
Este trabajo incluyó dos estudios, uno de ellos, se realizó sobre supervivientes de accidentes cerebrovasculares (ACV), en el cual se halló que quiénes tras su problemática sentían apatía, desinterés y tristeza, tenían un índice de recuperación más lento, y el otro, encontró que aquéllas mujeres sanas de mediana edad que sentían desesperanza tenían un engrosamiento inesperado de la arteria carótida -la principal que irriga al cerebro-.
El primer trabajo, realizado por especialistas canadienses, evaluó la evolución posterior de unos 408 pacientes que habían pasado por un ACV, a través de consultas y cuestionarios a sus cuidadores.
Estos informes obtenidos indicaron que un tercio de estas personas tenían apatía menor durante el primer año, mientras que un tres por ciento tenían apatía pero en niveles más importantes.

De cualquier modo, y en términos generales, estos investigadores comprobaron una respercusión negativa de la apatía (tanto menor como mayor) en todos los aspectos de la recuperación física de estos pacientes.
En el segundo trabajo, realizado por profesionales de la Universidad de Minnesota, se estudió a un total de 559 mujeres menopáusicas sin antecedentes cardiovasculares, y cómo la desesperanza repercutía en el estado de su corazón, en específico, de su arteria carótica produciendo un engrosamiento anormal, o no esperado.
Ya existía evidencia anterior de la relación entre la desesperanza creciente y un engrosamiento del revestimiento de la arteria carótida, lo cual es un factor de riesgo de accidente cerebrovascular.
En esta oportunidad se volvió a encontrar dicha vinculación: las mujeres que más desesperanza sentían tenían hasta 0,6 milímetros más de engrosamiento (igual a la cantidad causada por unos tres año de envejecimiento) en comparación con las féminas menos "desesperanzadas".
Esto no necesariamente significa que la desesperanza tenga un efecto físico directo, ya que podría operar a través de mecanismos que no medimos, apuntó Susan Everson-Rose, profesora de la mencionada Universidad.
Sin embargo, la especialista aseguró que "los médicos deben decir a sus pacientes que los estados emocionales pueden tener un efecto físico, y que deben buscar un tratamiento adecuado para ellos. El tratamiento psiquiátrico está justificado para la depresión y la desesperanza graves", advirtió.
Estos dos nuevos estudios vienen a corroborar que las emociones y estados anímicos mucho tienen que ver con nuestro cuerpo y estado de salud en general, y coronario: es que todo está relacionado y, como dice una vieja frase, "todo tiene que ver con todo".
CONFRONTACIÓN:



Proverbios 14:30

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
30 El corazón apacible es vida de la carne;
Mas la envidia es carcoma de los huesos.

Actualmente tenemos una valoración de los sentimientos mucho más positiva y acorde con lo real, frente a mentalidades que los han reprimido, como si fueran una debilidad humana vergonzosa, que se debe extirpar. Los sentimientos son importantes, y muy humanos, porque intensifican las tendencias. El peligro que hoy tenemos respecto de ellos es más bien un exceso en esta valoración positiva de ellos, el cual conduce a otorgarles la dirección de la conducta, tomarlos como criterio para la acción y buscarlos como fines en sí mismos: esto se llama sentimentalismo, y es hoy corrientísimo, sobre todo en lo referente al amor.
Sin embargo, el dominio de los sentimientos no está asegurado: es una parte del alma que no siempre es dócil a la voluntad y a la razón, como ya se ha dicho. Esto es una característica principalisima de la afectividad. Es como un gato doméstico, al que hay que amaestrar, pero que también puede volverse contra nosotros (el ejemplo es de Platónquién enseñó a Aristóteles a hablar de «dominio político» y gobierno de la razón sobre las demás partes del alma.
Los sentimientos pueden ir a favor o en contra de lo que uno quiere; no los podemos controlar completamente si no nos empeñamos en educarlos. Esta posible disarmonía puede producir patologías psíquicas, morales o del comportamiento. Por ejemplo: el miedo a equivocarse genera inhibición, uno acaba por no actuar; el miedo a engordar puede generar anorexia, y mezclarse con problemas de autoestima. La aparición o desaparición de los sentimientos, por tanto, no es totalmente voluntaria: enamorarse es un ejemplo típico, la «química». Cuando uno se enamora cambia todo, en especial el estado de ánimo; pero es algo que le sobreviene a uno. Lo mismo ocurre con un desengaño amoroso: uno quisiera olvidar, pero no puede, y sufre.
Una de las grandes enseñanzas de Platón, es mostrar cómo se consigue que los sentimientos colaboren con las tendencias y la voluntad: los sentimientos acompafian, son los grandes compañeros del hombre, aunque no tienen «la mayoría de edad»; cuando se les deja actuar sólos pueden crecer desmesuradamente y causar anomalías y patologías. La virtud que los domina se llama sofrosyne, que significa moderación, sosiego, armonía, autodominio, templanza.

2 Timoteo 1:7

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

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