jueves, 5 de septiembre de 2013

COMIDA CHATARRA EN TU ALIMENTACIÓN.

NOTICIA: 

Lo que la industria de la comida procesada no quiere que sepas


La mayoría sabemos que los alimentos procesados contienen altas cantidades de grasa, azúcares, sales, conservantes y que no son muy buenos, pero hay mucho más. Los alimentos procesados saben bien, son rápidos, prácticos pero atentan contra nuestra salud en varios aspectos. Donna Gates, autora de The Body Ecology Diet, nos da diez razones por las cuales deberíamos replantearnos nuestra elección, la próxima vez que estemos tentados de comprar un alimento procesado.
1. Son adictivos y diseñados para comer de mas.
Al procesar la comida la modifican removiendo componentes importantes de la misma como la fibra, el agua y los nutrientes, y modifica la forma en que nuestro cuerpo la digiere y asimila.
A diferencia de la comida en su forma tradicional, que contiene una mezcla de carbohidratosgrasas,proteínasfibra y agua que hace que nos de saciedad. Los alimentos procesados estimulan la liberación de dopamina lo que sin lugar a duda nos hace sentir bien, aun cuando la comida no tiene todos sus nutrientes, fibra, agua etc. Esta liberación de dopamina puede incluso llevarte a comer de más e incluso a causar adicción a estos tipos de comidas. [1]
2. Están vinculados a la obesidad.
Los aditivos presentes en estos alimentos tales como el glutamato monosódico, el jarabe de maíz alto en fructosa, endulzantes artificiales y otros, están en gran medida relacionados con los actuales problemas de obesidad (que en países donde el consumo de este tipo de alimentos es masivo ya llega al grado de epidemia). [2]
El Dr. Mecola llevo a cabo un estudio donde al quitar las pautas publicitarias de este tipos de alimentos en la programación infantil se obtiene una disminución de la obesidad. [3]
3. No respetan los principios de la combinación de comida.
Comer alimentos respetando estos principios, ayuda a una mejor nutrición, asimilación y digestión del mismo, en cambio el no hacerlo conlleva a una mala digestión, acidificación de la sangre y ganancia de peso, con poco aporte de energía.
Como no todos hemos estudiado nutrición, les dejo un enlace para que aprendan sobre la combinación de alimentos: Combinación de Alimentos.
4. Causan un desbalance del ecosistema interno.
Los microorganismos que viven en nuestros tractos digestivos forman un delicado ecosistema interno, y el equilibrio y correcto funcionamiento de este sistema influye en muchos aspectos de nuestra salud. Este tipo de alimentos procesados propicia la destrucción de nuestra flora bacteriana, lo que afecta al proceso digestivo y ocasiona enfermedad.
5. Causan depresión, cambios de humor y problemas de memoria
Cambios de ánimo, problemas de memoria e incluso la depresión son algunos de los trastornos que ocasiona una dieta con alto contenido de comida procesada.
6. Son hechos para comer rápidamente.
Los alimentos procesados son rápidos, muchos se calientan en microondas, se venden en las esquinas o se pueden incluso comer en el mismo lugar que los compramos, gasolineras, pequeños almacenes etc, es lo que decimos comida rápida. Todo esta fomenta, que comamos mientras trabajamos o caminamos, o demasiado a prisa; pero nuestro organismo esta diseñado para todo lo contrario, comer con tranquilidad e incluso reposar luego de comer para poder concentrar las energías en el proceso digestivo, al no hacerlo propiciamos una mala digestión con todas sus consecuencias, antes descriptas.
7. Las etiquetas de los productos muchas veces nos engañan.
Cuando un alimento procesado trae etiquetas como “natural” o “libre de azúcar”, esto no tiene por que equivaler a que sea un alimento saludable. Por ejemplo, un producto denominado “natural” puede legalmente estar genéticamente modificado, lleno de pesticidas o hecho con jarabe de maíz, aditivos, preservativos e ingredientes artificiales. [4]
8. Las carnes procesadas están vinculadas al cáncer
Las carnes procesadas como las salchichas, el salami, la mortadela y algunas hamburguesas tienen entre otros conservantes nitratos los cuales se sabe pueden ser problemáticos. [5]
9. Los alimentos procesados pueden incrementar tu riesgo a la infertilidad y la malnutrición
Ya que los alimentos procesados carecen de gran parte de los nutrientes, se puede comer una gran cantidad de calorías y estar mal nutrido. Estudios en ratas han demostrado que este tipo de malnutrición trae como consecuencias problemas graves en la fertilidad. [6]
10. Los alimentos procesados pueden sobrevivir años en un armario, pero no así una vida humana
Gracias al coctel de químicos, preservativos y otros aditivos; los alimentos procesados pueden sobrevivir mucho tiempo en una alacena sin descomponerse.
Desafortunadamente, los productores invierten mucho dinero y tiempo en estrategias para incrementar la vida útil de estos productos y crear empaques atractivos y ponen muy poca atención en el valor de los nutrientes o si pueden ser nocivos para la salud a largo plazo. [7]

FUENTE: ecoportal. 



5 elementos que vuelven peligrosamente adictiva la comida rápida
5 elementos que vuelven peligrosamente adictiva la comida rápida
5 elementos que vuelven peligrosamente adictiva la comida rápida

La tecnología alimentaria detrás de la comida chatarra crea dependencias y reacciones en el cuerpo de los consumidores para mantenerlos adictos y consumiendo.

Uno podría pensar que dada la cantidad de información disponible sobre los aspectos negativos de la comida chatarra, así como de la tasa de obesidad en países como Estados Unidos y México, la gente pensaría dos veces antes de consumir comida congelada o hecha en cadenas de comida rápida. Sin embargo estas cadenas se han adelantado y tienen a la ciencia de su lado: utilizando ingeniería alimenticia avanzada crean productos que generan adicción en el cuerpo a través de un complejo pero comprensible proceso.
En “La jerga de la comida chatarra”, Paul McFedries analiza el lenguaje que utiliza la industria de la comida chatarra para dar forma a productos que mantienen en un estado de adicción fisiológica a sus consumidores gracias a la ciencia detrás de su preparación.

1. Ingredientes pilares

La magia detrás de la comida rápida se debe a un delicado balance entre tres ingredientes que, juntos, crean esa sensación de “comida que te hace sentir bien”: sal, azúcar y grasa, como en las hamburguesas, alitas y waffles con fruta.

2. “Bliss Point” (“punto óptimo”)

El deseo que desarrollamos por los ingredientes pilares en lo particular se ve potenciado cuando estos se mezclan en algo llamado “bliss point”, que podría traducirse como la mezcla óptima de estos tres ingredientes para que nos enganchen sin que ninguno de los tres predomine.

3. “Mouthfeel” (“sensación en la boca”)

Los ingenieros en alimentos describen el mouthfeel literalmente como la forma en que la comida se siente dentro de la boca de una persona; ajustando variables como textura, humedad, capacidad de crujir o derretirse, es posible producir comida que se comporte justo como el consumidor desea.

4. Golpe de sabor

La ingeniería alimentaria también es capaz de manipular el tamaño y forma de los cristales de sal en la comida rápida, de manera que se produzca un golpe de sabor que tome por asalto las papilas gustativas hasta saturarlas en un instante.

5. Dispersión de densidad calórica

La madre de toda la ciencia detrás de la comida rápida es la dispersión de densidad calórica, que no es más que el proceso por el que la comida se derrite en la boca de manera tan rápida que el cerebro cree que está consumiendo menos calorías de las que realmente entran en el cuerpo.
La dispersión de densidad calórica también permite hacerle creer al cerebro que todavía no está satisfecho, por lo que la persona sigue comiendo a pesar de que no necesita tantas calorías para alimentarse, pues su cerebro es incapaz de hacer que la persona pare de comer. Esto genera como respuesta el peligro de comer automáticamente, es decir, seguir comiendo sin pensar en lo que se come, e incluso sin tener hambre: comer porque la comida te dice que sigas comiéndola.
Fuente: New York Times.


CONFRONTACIÓN:

Daniel 1:11-16

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
11 Entonces dijo Daniel a Melsar, que estaba puesto por el jefe de los eunucos sobre Daniel, Ananías, Misael y Azarías:
12 Te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber.
13 Compara luego nuestros rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida del rey, y haz después con tus siervos según veas.
14 Consintió, pues, con ellos en esto, y probó con ellos diez días.
15 Y al cabo de los diez días pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de la porción de la comida del rey.
16 Así, pues, Melsar se llevaba la porción de la comida de ellos y el vino que habían de beber, y les daba legumbres.

La comida basura, o comida chatarra, es un adjetivo que describe a los alimentos que suelen ser de rápida preparación (una hamburguesa en cinco minutos, productos listos para tomar con solo dos minutos en el microondas…) y con una composición desequilibrada de nutrientes (exceso de grasas, sales, azúcares o colorantes). Los problemas de dicha comida son consabidos: Te llenan mucho, te alimenta poco o mal, y además te meten la prisa en el cuerpo, porque la rutina cotidiana te dice que debes comer rápido. Todo esto sería anecdótico de no ser por la mella que hace en nuestras vidas: Nos acostumbramos a vivir así, a tenerlo todo al momento, a comer lo que sea más fácil o rápido sin importar qué, basta con que engañe a nuestros estómagos, para que parezcan estar saciados… Y a veces comemos puro veneno para nuestro organismo, pues esos desequilibrios y/o excesos de azúcares y grasas, derivan en altos niveles de colesterol, triglicéridos, glucemia desbordada...
¿Eso es un problema para nuestro cuerpo? Sí, y para nuestro ser interior. ¿Por qué? Porque nos acostumbramos a comer cualquier cosa, aunque no nos alimente… Y lo carnal trasciende de lo espiritual. De hecho, si toleras engullir cualquier cosa de forma cotidiana, es muy posible que, espiritualmente hablando, te suceda lo mismo. Por eso en algunos lugares en los que se habla de Dios y de Jesús se puede dar el caso de “la comida basura”. Quizás pienses que estoy atentando contra instituciones sagradas, pero el sagrado solo es Dios.
Nuestros cuerpos, aunque ya no son perfectos, ciertamente fueron diseñados para pasar la prueba del tiempo, y aún hoy, en nuestro mundo caído, pueden resistir mucho maltrato. Yo creo que mientras más equilibrada sea nuestra dieta, más beneficios obtendremos en nuestra vida física y en nuestra vida espiritual. Relativamente hablando, la vida es corta, por eso deberíamos tratar de vivir de tal manera que podamos maximizar la calidad de nuestras vidas. Porque como dice la Biblia: “Mucho valor [mucho costo, o peso] tiene a los ojos del Señor la muerte de sus fieles” (Salmo 116:15). Si morimos antes de que venga el Señor, nuestro trabajo aquí en la Tierra finalizará, por lo tanto, todos los cristianos que tenemos esta esperanza deberíamos hacer ahora todo lo posible, durante todo el tiempo que podamos. Con esto en mente, veamos cómo la dieta puede ser útil para maximizar nuestra productividad mientras estamos aquí en la Tierra.



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