1 Corintios 3:1
Reina-Valera
1960 (RVR1960)
16 ¿No
sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
17 Si
alguno destruyere el templo de Dios, Dios le destruirá a él; porque el templo
de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
UNO DE LOS MAS
GRAVES PROBLEMAS AL QUE NOS ENFRENTAMOS EN LA ALIMENTACIÓN ACTUAL ES EL CONSUMO
EXAGERADO DE AZÚCAR Y SOBRETODO REFINADAS; DESDE QUE NOS LEVANTAMOS INGERIMOS
AZÚCAR DURANTE TODO EL DÍA Y HASTA QUE NOS ACOSTAMOS, VAMOS A REVISAR UN DÍA EN
NUESTRA DIETA:
INICIAMOS UN VASO
DE JUGO DE BOTE: DE 6 A 8 CUCHARADAS DE AZÚCAR
DEPUSE UN CAFECITO
CON UNA PIEZA DE PAN DULCE 4 CUCHARADAS
A LA MEDIA MAÑANA
UN REFRESQUITO DE 8 A 10 CUCHARADAS POR 375 ML.
EN LA COMIDA UNA
AGUA DE FRUTAS ENDULZADA DE 3 A 5 CUCHARADAS DE AZÚCAR
UN POSTRE ENTRE 3 A
10 CUCHARADAS DE AZÚCAR
A LA MEDIA TARDE
UNA GOLOSINA, UN CHOCOLATE Y UN TE LIPTON ENTRE 15 A 25 CUCHARADAS
EN LA CENA UN
YOGURT DE BOTE (250 ML) ENTRE 4 A 6 CUCHARADAS DE AZÚCAR.
UNA PORCIÓN DE
CEREAL ENTRE 1 A 2 CUCHARADAS DE AZÚCAR
O UN PAN CON
MERMELADA 4-6 CUCHARADAS DE AZÚCAR
OTROS AÑADIDOS: SALSA DE TOMATE CATSUP, 2 CUCHARADAS DE AZÚCAR,
SALSAS PICANTES Y DE OTROS TIPOS 1 CUCHARADA DA AZÚCAR, ADEREZOS PARA ENSALADAS
1 CUCHARADA DE AZÚCAR, EL AZÚCAR NATURAL DE ALGUNAS FRUTAS, CAJETA, MIELES,
ETC.
NUMERO PROBABLE DE
CUCHARADAS DE AZÚCAR POR DIA: ENTRE 50 A 75. CUCHARADAS DIARIAS
¿CÓMO IDENTIFICAR
LOS AZUCARES?.
En la lista de
ingredientes podemos identificar azúcares
bajo diferentes nombres, por ejemplo, si se
habla entre los ingredientes de glucosa, sacarosa, fructosa, jarabe de maíz,
miel de caña, miel, dextrosa, maltosa, sucrosa, concentrados de zumos de
frutas, entre otros, sabremos que el alimento analizado contiene azúcar.
ARTICULO:
EL AZÚCAR EL VENENO MAS DULCE
Claro que un poco de azúcar en el
café de la mañana no hace daño a nadie. No causaría ningún problema si esa
cucharada no se repitiera demasiadas veces al día, conscientemente o sin darse
cuenta. Eche sus propias cuentas. El café de primera hora: dos cucharadas; una
Coca-Cola para comer equivale a 10; el yogurt con frutas: 8; un helado de
chocolate: 19. Estos cuatro alimentos adicionales ya suman 39 cucharadas de
azúcar. Algunos organismos internacionales aconsejan que para una dieta de 2.300 calorías, lo ideal es
ingerir 57 gramos. Son, más o menos, 11 cucharadas. ¿Cuántas le sobran?
Demasiadas, seguro. Tal vez lo que no sepa es dónde va ese azúcar de más que
circula por su cuerpo ni qué efectos le produce.
Dos de las reacciones del
“consumidor” de azúcar son suficientes para clasificarla entre las sustancias
adictivas: la ingestión de una cantidad pequeña genera le deseo de más azúcar y
la abstención total de azúcar produce mono. Dicen los entendidos que el azúcar
es uno de los peores venenos que existen en el mundo. Las investigaciones les
llenan de razón. Para digerir, purificar y eliminar el azúcar hace
falta que el organismo utilice vitaminas y minerales de sus reservas. “Y,
al final, el exceso de azúcar afecta a cada órgano del cuerpo”, cuenta el
doctor Cidón Madrigal en su libro La dieta.
El azúcar extra que
circula por el cuerpo se instala por primera vez en el hígado en forma de
glucosa. Al ser un consumo excesivo diario, cuando el hígado llega a su máxima
capacidad se hincha como un globo y devuelve a la sangre el exceso de
glucosa en forma de ácidos grasos que se transportan a cada parte del cuerpo.
Primero, eligen las áreas más inactivas del cuerpo para almacenarse: las
nalgas, los pechos y las caderas. Cuando ya están llenas hasta la bandera, los
ácidos grasos acampan entre los más activos, como el corazón y los riñones. “Es
entonces cuando la función de estos órganos se ralentiza, degenerando sus
tejidos y volviéndolos grasos”. Al final, todo el organismo queda
afectado por una funcionalidad disminuida, produciendo una tensión
sanguínea anormal.
“Cuando comemos azúcar perdemos vitaminas del grupo B, calcio, fósforo, hierro y otros
elementos nutritivos que salen directamente de nuestras reservas”, cuenta el doctor
Madrigal. Si algo es el azúcar, es un auténtico ladrón de calcio.
“La solución no consiste en beber más leche y tomar más calcio, sino en una
correcta alimentación desde jóvenes”. El azúcar causa la pérdida de importantes
minerales, sobre todo de calcio, que es automáticamente expulsado del organismo
cuando irrumpe el azúcar. El organismo no tiene más remedio que coger el calcio
de los huesos, lo que contribuye a debilitarlos y degenerando en una
osteoporosis. Las mismas caries que se producen en los dientes se van
produciendo en los huesos. No se ven, pero se sienten de mayores.
Aumenta el colesterol y los triglicéridos
Al mismo tiempo que aumenta el peso,
otros elementos dañinos como el colesterol y triglicéridos también crecen. Día
a día, se acumulan “todas las papeletas para ser uno más de las miles de
personas que padecen enfermedades cardiovasculares en nuestra sociedad”.
Se sabe que el azúcar paraliza
el sistema inmunológico y que es culpable de desequilibrar la glucemia, con sus repercusiones
psicofísicas: el azúcar blanco, absorbido muy rápidamente por el intestino
delgado, causa una veloz e intensa elevación del azúcar en sangre
(hiperglucemia) que conduce a un estado de excitación física y psíquica.
También incrementa el riesgo
de desarrollar cáncer. Las células segregan productos de desecho llamados
radicales libres. Las enzimas neutralizan los efectos negativos de los
radicales libres, pero las enzimas necesitan un balance adecuado de minerales
para ser efectivas. Cuando el azúcar reduce los minerales del cuerpo, las
enzimas dejan de ser tan efectivas, incrementando la presencia de radicales
libres que pueden reducir la disponibilidad de oxígeno, lo que podría provocar
mutaciones celulares cancerígenas.
Hiperinsulismo, diabetes, úlceras
estomacales, enfermedades hepáticas, obesidad, indigestión, dermatitis
seborreica, falta de concentración, ansiedad, trastornos psicológicos e incluso
comportamientos delictivos violentos son otras consecuencias que podría tener
el azúcar de más en el cuerpo.
La doctora Mónica Name ha
comprobado que en el último decenio el consumo de helados se ha visto aumentado
en un 852% y el de bebidas azucaradas hasta en un 2.638%. Más o menos, un niño
de 12 años que ingiera dulces habitualmente habrá consumido a su temprana edad
tanta cantidad de azúcar como la que haya podido tomar su abuelo en toda su
vida.
Se necesita que transcurran
de 20 a 30 años para poder percibir los efectos perniciosos que una
mala dieta haya podido causar al organismo. Los expertos no dicen que se tenga
que erradicar totalmente el azúcar de la dieta, pero sí recomiendan sustituirla
por verdadera azúcar integral -siempre que se pueda- y tomarla en porciones muy
pequeñas, casi imperceptibles y mezcladas con algún alimento. Una tarea
realmente difícil. Hay que saber qué, cómo, cuándo y en qué cantidad se come.
Con el paso de los años, su organismo se lo agradecerá. Haga la prueba.
Los expertos advierten, sin embargo,
de ciertos edulcorantes industriales
bajos en calorías. Por ejemplo, el ciclamato y la sacarina han sido señalados como
posibles cancerígenos, y han sido prohibidos en algunos países.
"Bajo en calorías" no es
sinónimo de saludable. La clave está en la información: saber qué alimentos contienen azúcar
y cuáles conviene sustituir. Para empezar, porque el sistema nervioso y el
paladar se habitúan al nivel de consumo: es decir, cuanto más azúcar
consumimos, más nos pide el cuerpo.
VIDEO: COMO NOS CREAN ADICCIÓN AL AZÚCAR. EL NEGOCIO DE ENGORDARNOS.
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